FUNDACIÒN UNIVERSITARIA CATOLICA LUMEN GENTIUM
VISIÓN
Ser reconocida como la Universidad Católica de la región, que más facilita el acceso a la educación superior de calidad, impactando de modo pertinente, la persona y sus derechos fundamentales, la sociedad y el entorno.
MISIÓN
Formar a la luz de los valores cristianos mediante la generación y difusión del conocimiento, reafirmando la supremacía de la dignidad humana en su relación con Dios, con el prójimo, consigo mismo y con la naturaleza, para contribuir al desarrollo integral de la persona y de la sociedad.
BREVE HISTORIA
La idea de Universidad surgió en el pensamiento del arzobispo Isaías Duarte Cancino, se forma concretamente frente a la gran problemática de la ciudad de Cali. En primer lugar veía cómo muchos de los estudiantes de último grado de los colegios parroquiales, unos 1.500 jóvenes con gran capacidad mental no tenían posibilidad de ingreso a estudios superiores. También se preocupaba por la falta de trabajo de muchas personas. Afirmaba la necesidad de un trabajo o una profesión que dignificara a la persona y le preocupaban las estadísticas del Dane que hablaban del desempleo, a partir del año 1.995, primero uno de un 12% un año después el 15%, y en el último año de su vida el 18% a escala nacional, en la ciudad de Cali, un aproximado 21%. A esto se suma toda la problemática social que debe enfrentar debido al narcotráfico.
Veía con cierta impaciencia como las universidades de Cali, proponían al contexto social, programas y carreras que por su duración y costos, son prácticamente inalcanzables para los jóvenes de los estratos populares, (1, 2,3, en donde se encuentran colegios de la Arquidiócesis). Pensaba que Cali debía tener una Universidad Popular que no se dejara influenciar por el inmediatismo de las exigencias del mercado. Constataba, cómo las universidades de la ciudad respondían, no a valores marcados por un humanismo cristiano, sino a la competencia por tener un mayor número de estudiantes, y así un mejor presupuesto económico, haciendo propuestas de estudios, no pensadoras dentro de una sociedad colombiana y vallecaucana, con problemas muy concretos, sino respondiendo a las exigencias de programas de moda, y al vaivén de la oferta y la demanda. También el Arzobispo Duarte cancino, sufría ante la eliminación de carreras humanistas y pedagógicas, por motivos económicos, o por falta de alumnos. Pensaba en una universidad de la arquidiócesis, con una facultad de ciencias sociales que aportara a sus estudiantes, toda la riqueza de la Iglesia en este campo, y con análisis crítico y reflexivo sobre los problemas sociales de nuestras comunidades. Estaba convencido de que si se quería construir una sociedad autónoma y pensante no era lógico el permitir que se eliminaran carreras y programas donde la filosofía y la dimensión religiosas eran factores indispensables para el desarrollo de una cultura ciudadana.
Como ideal primordial ambicionaba el Arzobispo, fundar una facultad de derechos humanos, pues contemplaba y sufría una sociedad que los olvidaba por completo; y ante la violencia reinan, y el narcotráfico violento que se vivenciaba en la ciudad, no se tenían en cuenta por los protagonistas del conflicto. Uno de los principales objetivos es un programa de capacitación al trabajo, cuya finalidad es introducir y motivar a los jóvenes de clases populares, dentro de una cultura personal, laboral y ética, y con un gran deseo de superación empresarial.
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